miércoles, 14 de mayo de 2008

Javier Otaola.- Contra la homofobia


Homofobia
Con motivo del día internacional contra la homofobia: 17 de mayo.

El uso no clínico del término fobia se viene aplicando para señalar y denunciar actitudes de temor, disgusto, desaprobación, prejuicio, odio, discriminación u hostilidad contra el objeto de la fobia cuando esos actitudes se basan en prejuicios, presupuestos irracionales que no admiten argumentos en contrario o adopta perfiles desproporcionados.

Dado el carácter prejuicioso e irracional de las fobias, se pueden producir prácticamente contra cualquier persona o grupo de personas, así: judeofobia, cristianofobia, homofobia, islamofobia, xenofobia. Naturalmente no todo juicio crítico es síntoma de un comportamiento fóbico, pero sí todas aquellas declaraciones o conductas que menosprecian derechos humanos, hacen apelación a factores irracionales o se limitan a alimentar el odio entre las personas.

En 1936, el SS Reichsfuhrer Heinrich Himmler creó la Oficina Central para Combatir la Homosexualidad y el Aborto, que en su celo perseguidor llego a detener a unas 100.000 personas, de las cuales 50.000 fueron condenadas por el supuesto delito de homosexualidad. Algunas de esas personas fueron condenadas a penas de cárcel, otras fueron castradas y algunos millares fueron enviadas a los campos de concentración donde fueron exterminadas junto con judíos, gitanos y otras minorías perseguidas.

Es proverbial el odio que han demostrado también contra las personas homosexuales el régimen soviético, el castrismo cubano o el comunismo chino. En el caso de Cuba tenemos el terrible testimonio de Reinaldo Arenas y su magnífica autobiografía, Antes de que anochezca.
El Dia Internacional contra la Homofobia y Transfobia se celebra el 17 de mayo coincidiendo con la eliminación en 1990 de la listas de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la homosexualidad y la transexualidad.
Sin embargo, todavía hoy, alrededor de 80 países en el mundo que criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales entre personas adultas del mismo sexo con penas de prisión; 9 de estos países (Afganistán, Irán, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Yemen) mantienen para estos casos la pena de muerte (¡¡¡)


El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha condenado repetidamente la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. En el mismo sentido, en el año 2006 ante el Comité de Ciudades y Regiones del Consejo de Europa, algunos de los principales países del Consejo (Reino Unido, Eslovaquia, Francia, Austria, Suecia, Turquía, Rumania y Alemania) presentaron y suscribieron una moción declarando el papel central que pueden jugar las autoridades locales en la promoción y defensa de los derechos fundamentales de reunión y expresión de lesbianas gays, bisexuales y transexuales en el conjunto de los países miembros del Consejo de Europa, en este sentido cabe decir que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ya fue pionero en su día con el Registro de parejas de hecho y con la creación del servicio municipal de Información y asistencia para lesbianas, gays y entorno.

La jurisprudencia del la Corte Europea de Derechos Humanos ha sido esencial en la lucha legal contra todo tipo de discriminación basada en la orientación sexual desde el caso-guía Dudgeon (1981).

Como declaraba el Secretario General del Consejo de Europa Terry Davis en su artículo “Odio, hipócritas y derechos humanos” (2007) “La Democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley no pueden funcionar en una sociedad que tolera el fanatismo (bigotry), el prejuicio y el odio. Si continuamos mirando hacia otro lado una explosion de violencia homofóbica es solo cuestión de tiempo. Es por eso que debemos terminar con la hipocresía del silencio y dejar de considerar las actitudes homófonas como una simple excentricidad cultural”

Los prejuicios que sostienen la homofobia son culturales y limitados en el tiempo y en el espacio ya que no se han dado universalmente, de hecho la cultura greco-latina clásica desconocía la homofobia.

Las teorías psicológicas y sociológicas para explicar los prejuicios en general son controvertidas y van desde las teorías psicoanalíticas que señalan que se teme conscientemente lo que inconscientemente se desea pero se reprime, hasta las teorías de la identidad social o a las estrategias de reducción de la incertidumbre.

En cualquier caso, más allá de las explicaciones académicas en torno al prejuicio homofóbico tenemos que plantear la cuestión relativa al derecho a la igualdad y a la no discriminación y la protección de la esfera de la autonomía personal como cuestiones de índole cívica y política que exigen una actitud proactiva de las instituciones frente a las conductas homófobas que no pueden minusvalorarse por cuanto alimentan una cultura del odio y son lesivas de derechos humanos fundamentales.

Javier Otaola.- Síndico-Herritarren Defendatzailea .- Vitoria-Gasteiz.

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