viernes, 15 de febrero de 2008

Botellón en Sevilla

El primer botellón del año reunió a 6.000 jóvenes en el Charco de la Pava

ANA MARÍA CECILIA

Fuente ABC.esSEVILLA.

El macrobotellón o barrilada, como es denominado por los jóvenes sevillanos, fue una de las grandesprotagonistas en la tarde de ayer en la capital. Miles de jóvenes se dieron cita en el Charco de la Pava para secundar laconvocatoria realizada meses atrás mediante correo electrónicos. En esta ocasión, la escusa era la finalización de losexámenes por parte de los universitarios, fecha que además coincidía con el 14 de febrero, Día de San Valentín ofestividad de los enamorados.A pesar del día gris y frío, la asistencia a la concentración fue muy numerosa.

Desde última hora de la mañana, cientos degrupos de jóvenes sevillanos se dirigían desde Triana al Charco de la Pava con sus lotes de alcohol, hielo y refrescos,desafiando la Ley antibotellón de la Junta de Andalucía, que prohibe el consumo de bebidas en la calle.

La convocatoria anticipada provocó la llegada de jóvenes incluso desde otros puntos de la provincia a unas fiestas que sehan puesto de moda entre la comunidad universitaria y cuya máxima expresión es la ya famosa Fiesta de la Primaveraque se celebra todos los años en el Charco de la Pava.Los jóvenes comenzaron a llegar a pie, aunque también muchos en motos y coches privados. Muchos se concentraban yaa las 12 horas con el objetivo de «disfrutar de una tarde reunidos con los amigos que finalizará cuando comience aanochecer, y empiecen los malos rollos», según relataba Francisco Hernández, uno de los jóvenes presentes.La fiesta alcanzó su máximo punto de concentración juvenil entre las 15.30 horas y las 17.30 horas, llegando a superar las6.000 personas.Muchos de los presentes aseguraba que «lo que buscamos los jóvenes acudiendo a este tipo de concentraciones espasar un buen rato, mientras que nos evadimos de los estudios. Además este tipo de encuentros se ha convertido en laúnica vía posible para hacer botellón en la calle, ya que la ley antibotellón no nos lo permite».


Sin embargo, mientras los jóvenes disfrutaban, los trabajadores y usuarios de la Cartuja tuvieron que padecer el colapsoen los accesos al parque científico y tecnológico debido a ir y venir de los jóvenes cruzando por la calle impunemente.


Pero los usuarios de la Cartuja no fueron los únicos afectados. El colapso de tráfico en una zona tan sensible como PuertoTriana, principal punto de conexcción entre la capital y el Aljarafe, Huelva y la Ruta de la Plata, provocó importantesatascos y retenciones en todos esos accesos.Por contra, la seguridad policial y el control de tráfico fue escaso, algo que los propios jóvenes entendían al reconocer quese trataba de una fiesta no convocada oficialmente. Los universitarios defendían el recinto del Charco de la Pava para queel Ayuntamiento permita estas concentraciones, «ya que es verdad que molestamos más en Reina Mercedes».


Los miles de jóvenes congregados permanecieron buena parte de la tarde, antes de empezar a disolverse al caer lanoche, aunque diversos grupos, con cochesy música, se mantuvieron hasta altas horas de la madrugada.

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